El portal de noticias Interfaz Magazine ha publicado una amplia entrevista a Antonio Ballester en la que destaca como titular los quince años que lleva liderando el despacho Tomarial y también resalta una de sus frases: «Echo de menos los incentivos fiscales para las empresas que invierten y crean empleo». En la introducción de la entrevista, explica que el modelo de Tomarial desde su inicio fue «aunar la excelencia de las big four con la cercanía y el trato personal hacia los clientes. Su modelo se ha consolidado en una firma boutique que es referente en Valencia y que no ha dejado de crecer, sumando profesionales y ampliando su abanico de servicios especializados a empresas.»

El socio director del despacho opina que en este tiempo «Tomarial ha cumplido y ha superado nuestras expectativas. Ha sido un periplo apasionante, una experiencia muy enriquecedora y a quince años vista, desde luego que sí. Quisiera destacar el papel que ha tenido el equipo en este crecimiento, un equipo que también ha ido creciendo y que nos ha acompañado. Nuestra idea de origen fue ofrecer la calidad que garantizan las grandes firmas, donde habíamos trabajado Tomás y yo, combinando la excelencia con una mayor proximidad con los clientes, cercanía, disponibilidad… Lo hemos hecho desde que nacimos». Antonio Ballester detalla en la entrevista cómo Tomarial ha apostado siempre por el crecimiento a partir del equipo humano: «Hemos hecho un gran esfuerzo en ofrecer una carrera profesional a nuestros abogados, invirtiendo mucho en su formación, apostando por darles cada vez mayor responsabilidad y dedicando muchas horas al aspecto personal del equipo humano. Si el equipo no crece, es imposible que un despacho mejore.»

También resalta a Interfaz las áreas que más se han desarrollado en los últimos años: «desde la pandemia el departamento jurídico laboral ha experimentado un gran crecimiento: los ERTE, toda la legislación que hubo en materia laboral desde ese momento… Las empresas demandaban más servicios y hemos respondido. También destacaría en los últimos tiempos todo el asesoramiento en torno a la insolvencia y las reestructuraciones. Nuestra área fiscal no ha dejado de crecer desde nuestro nacimiento y es la que más profesionales aglutina en Tomarial, la que más negocio genera. Y el área de cumplimiento normativo, que ha tenido mucho impulso desde que se dispuso la responsabilidad penal de las personas jurídicas. El protocolo penal preventivo ha dejado de ser exclusivo de las grandes empresas y ya lo están implementando las pymes, que se dan cuenta de la protección que les aporta y lo necesario que es disponer de él. Desde hace un par de años también nos encargan trabajos de compliance tributario.»

En sus respuestas al entrevistador, Antonio Ballester incide en el reto que marcó la pandemia para las empresas y sus necesidades de asesoramiento. Por eso, la apuesta del despachyo por la tecnología: «En cualquier momento en este despacho puede haber cinco videoconferencias simultáneas de profesionales de Tomarial con sus clientes. Y eso es gracias a la ampliación del despacho, que nos ha permitido disponer en el Edificio Europa de cinco salas equipadas con la mejor tecnología de audio y vídeo. Estamos preparados para la atención presencial de quien la requiera y también online, porque la calidad de estas conexiones hace que sea cómodo: cada vez hay menos diferencia entre una reunión virtual y el cara a cara.»

En materia fiscal, el socio director del despacho critica la «excesiva dependencia de subvenciones finalistas, que requieren una gran carga administrativa de tiempo, esfuerzo y dinero, y que demasiadas veces no sirven para nada. Echo de menos un sistema de incentivos fiscales como el que había en los años 80 y 90 sobre el Impuesto de Sociedades, que permitía ahorrar impuestos a quien invertía y creaba empleo. Esas eran las dos deducciones principales y no dependían de ninguna subvención: premiaban a quien estaba creando riqueza con un sistema más sencillo y mejor. Se han ido eliminando deducciones, como la de inversiones medioambientales, que era un buen incentivo para la sostenibilidad. Las empresas y los empresarios sienten que pagan muchos impuestos y más en la Comunidad Valenciana. Somos la comunidad líder, tenemos el tipo marginal más alto en el IRPF: sumando el tramo estatal y autonómico se sitúa en un 54%. En algún momento el Constitucional ha dicho que un gravamen por encima del 50% se puede considerar confiscatorio.»

Entre las medidas que señala para ayudar a las pymes, Ballester señala «una medida clara, que ha caído en el olvido, sería solicitar al gobierno de la Generalitat Valenciana que elimine el actual tope de diez millones de euros de facturación, que impide aplicar la reducción del 99% en las transmisiones por herencia de las empresas familiares. Eso en nuestro tejido empresarial es una barrera: hay muchas compañías familiares a las que no les interesa subir su facturación por encima de esa cifra si tienen en el horizonte una transmisión entre generaciones. Se desincentiva su crecimiento, con unas cargas enormemente gravosas para la transmisión por herencia si facturan más de diez millones. Sigue siendo una demanda clamorosa para que se apoye a las pymes y está en manos del Gobierno valenciano. Hay que apoyar que perduren generaciones de empresarios valencianos.»

Desde este enlace puede leer la entrevista completa en Interfaz.

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