En 2020 Tomarial superó la crisis del coronavirus con nota: creciendo un 14%, tanto en su facturación como en la cartera de clientes, impulsando su departamento Laboral y poniendo en marcha nuevos servicios. Uno de los más destacables es el compliance tributario: “una herramienta preventiva para las empresas, que permite minimizar riesgos ante la administración tributaria y con una rentabilidad evidente a medio plazo”, en palabras de Miguel Ángel Molina, socio del Área Fiscal del despacho.
Miguel Ángel Molina considera que “2021 es el momento del compliance tributario. Las empresas multinacionales y los grupos que realizan operaciones transfronterizas ya se han dado cuenta, pero esto puede resultar muy útil para cualquier compañía. Por eso cada vez hay más demanda. Se trata de un protocolo preventivo, se incorpora a la empresa un sistema que gestiona los riesgos tributarios y los minimiza. Además, podemos certificar que cumple la normativa UNE 19.602 y lo recomendamos a los clientes.”
Las ventajas son múltiples, según el socio de Fiscal de Tomarial: “Vamos a evitar actuaciones sancionables y, ante una eventual sanción tributaria, puede servir como causa exoneradora o moduladora del importe de la sanción. Además, a nivel reputacional se transmite una cultura de cumplimiento y cooperación con la administración tributaria en el seno de las organizaciones y eso resulta siempre positivo”.
El compliance tributario es el equivalente al compliance penal pero en el ámbito administrativo de los impuestos. Miguel Ángel Molina considera que las empresas que ya han implantado una prevención penal en su sistema de gestión deben dar ahora el paso a la prevención tributaria: “Es un plus en la gestión de la compañía, una herramienta útil que seguro va a evitar problemas y que mide muy bien los riesgos tributarios, a la medida de lo que necesita cada empresa”.
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