Tomarial cuenta con un servicio legal especializado en derecho agroalimentario, que se dedica al asesoramiento jurídico a las empresas de este sector, que presenta unas necesidades específicas. La reciente huelga de transportistas, así como los colapsos del transporte marítimo tras la pandemia, han ocasionado a estas compañías un grave perjuicio por los problemas de envío y suministro que han generado. Este tipo de situaciones acarrean unas consecuencias especialmente negativas en el sector agroalimentario por tratarse de materias de carácter perecedero: los retrasos en el transporte pueden acarrear en muy poco tiempo la pérdida total del producto.
Desde el Área de Derecho Agroalimentario de Tomarial, se recomienda a estas empresas un asesoramiento preventivo y pre-contencioso, para evitar en la medida de lo posible que los conflictos deriven en un proceso judicial. Pero en el caso de que los asuntos se judicialicen, es fundamental disponer de un asesoramiento especializado para abordar el planteamiento procesal y procurar una solución favorable.
Consejos prácticos
Tomás Vázquez Lépinette, socio fundador de Tomarial y Director de su departamento Legal, aporta unos consejos prácticos a las empresas agroalimentarios, para afrontar las múltiples incertidumbres de la situación actual:
- La seguridad preventiva es esencial
- Tanto para el cliente, al que no llegan los pedidos, como para el proveedor, que no puede entregarlos por problemas de transporte, deben revisarse detalladamente los contratos: de compraventa/suministro y de transporte.
- Deben analizarse los seguros contratados para estudiar las posibilidades que ofrecen de recuperar o mermar las pérdidas sufridas.
- Hay que analizar si hay cláusulas de “hardship” (dificultad en el cumplimiento) y de fuerza mayor para ver si puede estar justificada, o no, una suspensión del suministro.
EN CUALQUIER CASO, BIEN SEA PARA NEGOCIAR O POR SI SE JUDICIALIZA EL ASUNTO:
- Cuando a la empresa se le ocasiona un daño por un problema en el transporte o suministro, debe documentarse adecuadamente. En particular, es necesario hacer informes periciales con entidades especializadas para poder acreditar la extensión del daño causado. Por ejemplo, cuando productos frescos llegan en mal estado por culpa de las demoras en el transporte.
- También se deben documentar todas las actuaciones realizadas para tratar de minimizar el daño producido, mediante otras compras de reemplazo o ventas de sustitución. Es un requisito que impone la normativa de seguros, así como la normativa mercantil general (principio de buena fe).